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Las frecuencias solfeggio. Mito y realidad.

solfeggio
Si hay uno de los grandes mitos a tratar en la Sonoterapia, este es sin duda el de las frecuencias Solfeggio. En orden a este gran circo hay dos autores destacados: Joseph Puleo y Leonard Horowitz.
A partir de estos dos autores encontrarás decenas de webs que copian y pegan así como muchas otras (tiendas) que venden cientos de productos basados en dichas frecuencias, incluso muchas mezclan a Masaru Emoto con las frecuencias Solfeggio.

ETIMOLOGIA.
Solfeo proviene de El solfège francés y el solfeggieto italiano. Ambos derivan de los nombres de dos de las notas utilizadas: sol y fa. La palabra solmisación deriva del latín medieval solmisatiō, y en última instancia de los nombres de las sílabas sol y mi

SIGNIFICADO:
El solfeo es un método de entrenamiento musical utilizado para enseñar entonación con la voz durante la lectura de una partitura. También busca entrenar la lectura veloz de la partitura.

Consiste en entonar mientras se recitan los nombres de las notas de la melodía, respetando las duraciones (valores rítmicos) de las notas, la indicación metronómica (tempo), y omitiendo nombrar cualquier alteración, con el fin de preservar el ritmo, mientras se marca con una mano el compás.

El objetivo del estudio del solfeo es permitir al músico determinar mentalmente la altura de las notas en una pieza musical que esté leyendo por primera vez, y ser capaz de cantarlo. También permite mejorar el reconocimiento auditivo de los intervalos musicales (quintas justas, terceras mayores, sextas menores, etc.) y desarrollar una mejor comprensión de la teoría musical.

Existen dos métodos de solfeo aplicado: do fijo, en el cual los nombres de las notas musicales siempre corresponden a la misma altura, y do movible, en el que los nombres de las notas se asignan a diferentes alturas según el contexto.

ORIGEN:
El origen de las frecuencias solfeggio se encuentra en el siglo XI, con el teórico de la música  Guido d’Arezzo que desarrolló una escala ascendente de seis notas que era la siguiente:  Ut , Re , Mi , Fa , Sol y La. Los nombres fueron tomados del primer verso del himno latino Ut queant laxis, donde las sílabas caen en su correspondiente grado de escala (excepto “si”).

“Ut” se cambió en 1600 en Italia a la sílaba abierta Do, por sugerencia del musicólogo Giovanni Battista Doni, y se añadió Si (de las iniciales de “ S ancte  I ohannes”) para completar la escala diatónica. En los países anglosajones, Sarah Glover cambió «si» por «ti» en el siglo XIX para que cada sílaba pudiera comenzar con una letra diferente. 

Las frecuencias solfeggio son las siguientes:

  • UT  – 396 Hz – Liberando la culpa y el miedo
  • RE  – 417 Hz – Deshaciendo situaciones y facilitando el cambio
  • MI  – 528 Hz – Transformación y milagros (reparación del ADN)
  • FA  – 639 Hz – Conexión / Relaciones
  • SOL  – 741 Hz – Despertar la intuición
  • LA  – 852 Hz – Regresando al orden espiritual

el Dr. Horowitz enumera 3 frecuencias más (963, 174 y 285, con un total de 9 frecuencias).

ANALISIS DE LAS FRECUENCIAS:
Entrando en detalle a lo que nos interesa que es a analizar las frecuencias solfeggio, es preciso realizar un breve viaje histórico en relación al conocimiento de las frecuencias:

En marzo de 1676, el científico británico Robert Hooke (1635-1703) describió en su diario una máquina productora de sonido. Hooke notó que un patrón regular de dientes producía sonidos parecidos a la música, mientras que los dientes más irregulares (en una rueda) producían algo que sonaba más como un habla.

En 1834, el francés Félix Savart (1791-1841) estaba construyendo ruedas gigantes de latón de 82 cm de ancho y 720 dientes. La contribución de Savart fue un tacómetro mecánico conectado al eje de la rueda dentada. Calibró una escala rotacional con la frecuencia de los dientes y, por primera vez, demostró que tonos específicos estaban asociados con frecuencias específicas. Podía determinar la frecuencia de un tono escuchado en el aire usando su oído para emparejarlo con la rueda dentada y leyendo la frecuencia del tacómetro. Estaba usando su oído y su cerebro para hacer lo que un ingeniero eléctrico moderno llamaría análisis heterodino.

La contribución de John Shore (1662-1752) a la ciencia de la medición fue la invención * del diapasón, un estándar de frecuencia que ahora estaba disponible y al que todavía podemos hacer referencia. 

No fue hasta la entrada en escena de la electricidad ​​cuando los científicos pudieron comenzar a medir la frecuencia del sonido con mayor precisión, utilizando una combinación de herramientas, como el Micrófono (el micrófono de botón de carbón inventado por Thomas Edison y Emile Berliner simultáneamente en 1876), el  Galvanómetro (para medir las diminutas corrientes eléctricas dentro del cuerpo humano inventado por Jacques-Arsène d’Arsonval en 1882), el termófono y un  tubo de vacío para amplificar la salida del micrófono de medición. Estos inventos hicieron posible medir con precisión las frecuencias de sonido. 

frecuencias solfeggio

HECHOS PROBADOS Y CONCLUSIONES:

En la época de  Guido d’Arezzo  no existían herramientas de medición, ni los filósofos ni “científicos” eran conscientes del tono (frecuencia) exacto de los tonos. Guido d’Arezzo no pudo conocer sus frecuencias solfeggio representadas por su “Do-Re-Mi”.

Así, “vincular” frecuencias concretas al “Do-Re-Mi” es desde un punto de vista histórico y científico completamente absurdo.

Otro dato importante es saber que la unidad de tiempo que llamamos el «segundo» fue introducida conceptualmente por el erudito musulmán persa y matemático al-Biruni alrededor del año 1000 DC y que los primeros relojes, por cierto muy imprecisos aparecieron a partir del siglo XVI.

Otro dato importante es que el Hercio o Herz lo descubre el físico alemán Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894), quien descubrió la propagación de las ondas electromagnéticas y que el nombre fue establecido por la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC por sus siglas en inglés) en 1930.​ Este fue adoptado en 1960 por la CGPM (Conférence Générale des Poids et Mesures: Conferencia General de Pesos y Medidas), reemplazando el nombre anterior de cps (ciclos por segundo), así como sus múltiplos relacionados. antes del Dr. Hertz no existía la medida del Hercio como ciclos por segundo.

A ello hay que sumar que en la época en la que Guido d’Arezzo trabajó en su sistema solfeggio, no había un sistema de afinación estándar, una convención internacional ni similar siendo que en cada país o región o cada músico y compositor afinaban, interpretaban y creaban música en base a sus preferencias. No había una referencia como hay ahora de afinación La a 440Hz. Entonces, ¿Desde donde partimos para calcular las frecuencias y sostener que son las que usaba Guido?

¿Quien da más?

REFLEXIONA:

Las preguntas que puedes hacerte para empezar son:

¿Cómo pudieron medir esas notas en frecuencias en Hercios cuando no existía le medida del hercio, ni se usaba el segundo, ni había acuerdo alguno de afinación, ni existía método alguno de medición?

A ello sumar que las frecuencias sostenidas por Joseph Puleo y Leonard Horowitz no son en modo alguno armónicas, aunque seguro habrá quien dirá lo contrario. Es un espacio fértil donde quedar atrapadas personas sin conocimientos musicales, y un terreno absurdo y de circo para músicos con formación musical.

Así que mucho cuidado especialmente sonoterapeutas sin formación musical. Se trata de hallar la luz y la consciencia, de mantener un espíritu crítico y de investigación, no volver a caer de nuevo en otra trampa del sistema de consumo, cambiando unas creencias ciegamente por otras.

Si te interesa profundizar un poco más en teorías y conspiraciones novelísticas, encontrarás en internet a los nazis, la sumisión mental, un plan mundial, todo ello asociado a páginas New Age y a tiendas que venden estos productos… digno de una novela de Stephen KIng.

Y en momento alguno niego que estos sonidos no puedan ser beneficiosos e incluso ayudar a muchas personas a reducir su estrés y ansiedad, (la música en si, tocada adecuadamente es sanadora) lo que digo es que no hay prueba alguna ni estudio científico serio o no manipulado que acredite que las frecuencias solfeggio tienen las propiedades milagrosas que se les atribuyen.

Así, a modo de conclusión, cualquier estudio que encuentres relacionado con los beneficios de escuchar música relajante van a apuntar a mejoras en el sistema nervioso, en la calma, en un incremento de la salud pero obviamente no en regenerar por ejemplo el ADN dañado.

Y en momento alguno digo que dejes de escuchar frecuencias solfeggio si crees en ellas como sanadoras, hay una parte muy importante en el efecto placebo y estudios que confirman el poder de la mente. Lo que si te digo es que abras los ojos y te alejes de charlatanes y encantadores de serpientes que te venden el milagro del 432Hz o de las frecuencias solfeggio como productos milagro. Recuerda siempre que la sanación está dentro de ti, es tu cuerpo el que sana.

Con este artículo y todos los que publico y publicaré cumplo mi propósito de realizar una labor gratuita, veraz y divulgativa de la Terapia de Sonido, alejada de mitos, leyendas e historias sin fundamento. De nuevo te pido disculpas si te confronta y desubica, espero al menos haber promovido en ti una inquietud, preguntas, dudas.

También debo terminar informándote que mis investigaciones están en continuo movimiento, y que si encuentro más estudios que acrediten lo contrario no dudaré en rectificar. De igual modo te invito a que contactes conmigo para compartirme tus estudios e investigaciones si de ello se obtiene un artículo más completo para compartir.

Si te interesa la Terapia de Sonido y aprender sobre ella desde la investigación y la experiencia, no dejes de visitar mi blog,

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Después de esta lectura quizás te apetezca relajarte, quizás descubrir el sonido del Gong. Te invito a que visites mi canal de Youtube Escuela de Gong y Sonoterapia donde podrás escuchar sesiones de Gong y otros instrumentos de Sonoterapia como los cuencos tibetanos.

Es conveniente que escuches estas sesiones con unos auriculares de buena calidad o un equipo de sonido de calidad. Cuanta más calidad tengan los auriculares o el equipo, más aproximado al sonido real será, y por ende, con más intensidad notarás sus efectos.

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Recibe un fuerte abrazo de Manel de Escuela de Gong.

Referencia bibliográficas:

https://es.wikipedia.org/wiki/Guido_de_Arezzo
https://es.wikipedia.org/wiki/Solfeo
https://es.wikipedia.org/wiki/Hercio
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